El Secretario General del Sindicato de Empleados de Comercio de Lanús y Avellaneda (SECLA), Orlando Machado, aseguró que el comercio de pocas dimensiones está "en una situación desesperante" a diferencia de las grandes cadenas. También se refirió a los trabajadores infectados con COVID-19 en Coto y Wallmart y las necesidades de legislar a favor del trabajador en medio de las crecientes ventas electrónicas.
Luego de los casos positivos revelados en dos hipermercados de Lanús y Avellaneda, Machado admitió que los comercios más chicos a quienes la pandemia "los parte al medio" y están "en una situación desesperante" a diferencia de éstas empresas de retail tienen "más espalda".
"Algunos comerciantes pequeños, que por ejemplo venden ropa o calzado, están arruinados", aseguró a DiarioConurbano.com y deseó "que la pandemia termine rápido" porque "su situación es desesperante, tienen cero ventas desde hace 100 días" y eso afecta a las capacidades de pago de salarios.
Consultado por los casos de coronvirus positivos que aparecieron en trabajadores de Coto en Monte Chingolo, donde sospechó que "podría haber venido de la sucursal Quilmes", y Wallmart de Sarandí, Machado sostuvo que "desde el inicio de la pandemia desde el sindicato se hizo cumplir los protocolos y el aislamiento del personal incluido en el grupo de riesgo, que están en sus casa hace más de 100 días".
También, aseguró que ante la aparición de casos en estos hipermercados, se cerraron y desinfectaron a todos los sectores que podría haberse visto afectado, además de aislar al personal que corrió riesgo potencial de contagio.
"Desde el principio de la cuarentena venimos trabajando de forma muy responsable con un cuerpo de delegados muy activo en cada una de estas empresas a los que se les impartieron directivas muy claras, además somos muy estrictos en el cumplimiento de los protocolos establecidos por el Gobierno Nacional. Esto se puede corroborar en cualquier visita a estas empresas", destacó sobre los cuidados sanitarios que se toman desde el sindicato allí.
Asimismo, explicó que "las medidas se tomaron guste o no y a pesar de que hubiéramos preferido que estuviera el lugar cerrado por 30 días aunque eso no esté establecido en los protocolos", mientras que el sector de mercado solo estuvo un día inhabilitado, se desinfectó y se hisopó a todo el personal.
A pesar de estos episodios, el secretario general reconoció que "la relación con los delegados y las empresas es buena" porque desde el sindicato "hay un deseo de que la fuente de trabajo permanezca sin poner en peligro la salud del trabajador".
Por otra parte, informó que desde el sindicato también realizan asistencia psicológica para el empleado de comercio porque "hay mucho miedo en el trabajador de llevar el virus a su casa", al tiempo que también continúan con la entrega de pañales o medicamentos para aquellos afiliados que lo necesiten.
En tanto, Machado advirtió sobre la caída de los puestos de trabajo ya que cuando se libere la cuarentena obligatoria "no va a haber una reactivación automática al día siguiente" y por eso instó a que "se deberá actuar de forma muy madura y consensuar mucho porque lamentablemente va a quedar gente en la calle".
"El Gobierno Nacional tendrá que buscarle la vuelta y elaborar nuevas políticas de fomento para el consumo, la reactivación económica y el mantenimiento de la fuente de trabajo. De otra forma habrá una crisis muy profunda en el futuro inmediato", pronosticó.
Sin embargo, adelantó que desde el sindicato tendrán por delante el deber de "buscar formas de legislar las modalidades de comercio a distancia porque esto significa muchas fuentes de trabajo perdidas", algo que "no se esperaba ya, sino que se vaya incrementado hasta establecerse en el tiempo".
"La pandemia nos cambió la vida a todos, pero más a éstos trabajadores que ven con mucha preocupación cómo cada día venden menos en las tiendas y más a través del teléfono o internet", observó.